Una de las razones principales por la cual tendemos a descuidar la dieta es el aburrimiento. Nos limitamos a pensar que cuidarse significa limitar nuestra dieta a ciertos alimentos y sabores cayendo así en la monotonía, cuando en realidad nada mejor que la cocina para innovar, mezclar, probar y trabajar nuestra creatividad.
Por esta razón os invito a comenzar innovando con los aliños, por ejemplo para las ensaladas. ¿Por qué limitarnos al aceite, vinagre y la sal?. Pues bien, podemos crear infinidad de salsas con diferentes ingredientes y sabores, y lo más importante, bajas en calorías.
Os propongo probar con bases de yogur, que siempre puede ser desnatado, añadir unas cucharaditas de mostaza Dijon, vinagre de Módena, sal, ajo molido y orégano. Y ahora viene lo bueno, para aligerarla podéis jugar con cualquier tipo de caldo, zumo o con el caldo de los espárragos enlatados, ¡y esto son sólo ejemplos!. Siempre mezclando los ingredientes del más sólido al más líquido para una textura uniforme.
Si os dais cuenta no siempre hace falta aceite, no os limitéis al aliño habitual, ni a las salsas ya preparadas que no suelen ser nada ligeras. Además aquí no existen las medidas, solo el paladar de cada uno para elaborarlas completamente al gusto.
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