La actividad física durante el embarazo, salvo excepciones, es muy saludable tanto para la madre como para el feto, ayudando a reducir el número de cesáreas, disminuyendo las molestias digestivas y el estreñimiento, aumentando el bienestar psicológico combatiendo la ansiedad y depresión, y ayudando a evitar ciertas patologías propias del embarazo.
Lo importante, además de realizar ejercicio, es tener en cuenta la forma en que se realiza, ya que no deben ser ejercicios muy prolongados ni intensos, pero si realizarse más habitualmente, con un mínimo 4 días por semana.Entre los más recomendados se encuentran la bicicleta estática, caminar y nadar, nunca superando las 140 pulsaciones por minuto, y hacia el segundo y tercer trimestre debemos disminuir la intensidad, practicando deportes más orientados a la flexibilidad y ejercicios respiratorios.
Como ya sabemos el ejercicio es un punto importante para nuestra salud en cualquiera de las etapas de la vida, con lo que en el embarazo debería duplicarse su importancia: salud para el feto y salud para la madre, que además de hacer su embarazo más llevadero podrá disfrutar de un peso adecuado poco tiempo después del parto.
Yo querría más a menudo, pero mi ciática me lo impide...
ResponderEliminarAhí la importancia de cuidarse desde el principio del embarazo, tanto con la alimentación como con el ejercicio, para evitar estos achaques que logicamente se agraban por aumentos de peso excesivos. Animo Sonia, siempre puedes hacerlo mas a menudo durante menos tiempo.
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