Los sustitutivos

Muchos me preguntáis por la efectividad y calidad de los sustitutivos de comidas. En general, son productos elaborados con un buen aporte de vitaminas, minerales y un contenido de macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono, lípidos) inferior por norma general, al de cualquier comida que realicemos al día.

Si observamos su composición, muchas veces es más rica en hidratos de carbono comparada con otras comidas normales, pero lo que se tiene en cuenta con estos  productos es, principalmente, el aporte de calorías. Cualquiera de las comidas principales y “estándar” que sustituyamos al día, será superior en Kcal. que las que ingerimos utilizando estos productos, que en su mayoría no superan las 300 Kcal./comida.

Para que lo entendáis mejor, a continuación os detallo lo que sería una aproximada distribución diaria de calorías de cada comida, en función de las totales que ingerimos al día:

Siguiendo estos esquemas, podéis observar que cualquiera de las comidas principales superan las aproximadamente 300 Kcal. de los sustitutivos, razón por las que son efectivas para bajar paulatinamente de peso, compensar excesos de otras comidas, o para aquellas personas que no consiguen sentarse en la mesa por costumbres o ritmos de vida.

Como todo, tienes sus pros y sus contras.  Debemos tener en cuenta que las cantidades a la vista son pequeñas, comparadas con una comida “estándar”, por lo que el “arte de masticar” dura poco. Si hacemos la sustitución a la hora de la comida, probablemente nos dure menos la sensación de saciedad, ya que estamos acostumbrados a hacerla más calórica. Y por último, y para mí más importante, no te enseñan a alimentarte adecuadamente con los alimentos habituales.

En mi opinión, estos sustitutivos pueden utilizarse como adicionales a una dieta equilibrada y supervisada. Por un lado pueden resultar un aliciente introducidos en una dieta de adelgazamiento, por la variedad de sabores que se pueden encontrar, incluido el chocolate. Igualmente me parece apto para personas, que con un peso adecuado y ganas de cuidarse, quieren compensar en momentos puntuales cualquier exceso cometido. Por otro lado y sin control, podemos estar privando al cuerpo de demasiadas calorías, y provocar un desorden o efecto rebote si lo hacemos sin medida. 

Para finalizar, y ya no tan relacionado con la dietética,  resaltar que se pueden obtener de estos “sustitutivos” numerosos beneficios adicionales, que pueden ir desde un aumento de energía hasta una mejora del estado de la piel, gracias a su contenido en vitaminas y siempre que optemos por marcas de confianza.