17 de octubre de 2012

¿Sabemos cocinar a la plancha?

No es la primera vez que oigo a alguien abandonar una dieta por estar cansado de comer los alimentos secos e insulsos, que obtiene cocinando a la plancha. Pues bien, como todo, tiene sus truquillos, así que toma nota, pon en práctica los puntos que te enumero a continuación, y empieza a disfrutar de la comida a la plancha mientras cuidas tu dieta.
1.       Lo primero de todo, y de cajón,  es que tengáis en cuenta que la calidad original del producto influye. Una carne de baja calidad estará, dura o insulsa independientemente de cómo la cocines. Pero si es buena, lo más fresca posible y la cocinas a la plancha, no te quedará la más mínima duda de su calidad, la plancha no enmascara.

2.       Es muy importante no hacer cortes ni pinchar los alimentos, especialmente en carnes y pescados, para evitar que pierdan su jugo interno. Si lo evitas estarán mucho más tiernos y jugosos. En caso de gustarte los alimentos muy hechos, trata de comprarlos finos.

3.       No añadas sal hasta el último momento, incluso ya en el plato. La sal abre los poros de los alimentos provocando también la pérdida de jugos y su consecuente sequedad y dureza.

4.       La sartén debe estar bien limpia y muy caliente. Todos los alimentos los añadimos a la sartén cuando alcanza una alta temperatura, y en caso de ser un alimento algo grueso, la bajaremos gradualmente después de una ligera vuelta.

5.       Añadir muy poco aceite o incluso nada. Si teméis pasaros, podéis untar muy ligeramente las piezas con un pincel de silicona. Esto lo protegerá también de la pérdida de jugos.

Todo puede cocinarse a la plancha, carnes, verduras, huevos, pescados, etc y obtener con estos trucos, y con las especias que más te gusten, un sabor diferente cada vez para que no te aburras. Juega con el vinagre, el limón, ajo, perejil, etc, y recuerda que no sólo existe el aceite en abundancia para darle sabor a los platos.

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