Antes de comenzar una dieta de adelgazamiento tenemos
que cerciorarnos de tener claras ciertas cuestiones, si queremos alcanzar unos
resultados positivos y duraderos a largo plazo.
En ocasiones nos entran las prisas porque hemos
alcanzado un peso con el que ya “no nos aguantamos”, pensamos que es el momento
y esperamos que nos den unas pautas milagro con las que en poco tiempo
estaremos perfectos y podremos volver a lo anterior, cayendo en un ERROR
ABSOLUTO.
El aumento de peso en ocasiones se debe a un momento
puntual de nuestra vida, en que nos hemos excedido por diversas causas (viajes,
embarazos, enfermedades, estrés…). En estas situaciones, el peso suele volver a
su estado habitual, tan solo recuperando el antiguo modo de vida.
Por desgracia, en la mayoría de los casos, el aumento
viene dado por el cambio de rutinas que experimentamos paulatinamente con el
paso de los años, unido a un mayor sedentarismo, las cuales debemos cambiar si
no queremos que la aguja de la báscula siga en aumento. En ocasiones escudarse
en “hago lo mismo que antes” NO FUNCIONA, algo ha cambiado, TE TOCA A TI HACER
CAMBIOS.
Cerciorarnos de comprender la razón de pautas tan
primordiales como la organización de las comidas (5 diarias), la ingesta de
líquidos, y la necesidad de ingerir alimentos de cada uno de los grupos para un
correcto funcionamiento del organismo, puede hacer que te impliques de por vida
para mantener tu peso y obtener un futuro saludable y sin dietas estrictas
reiterativas.
No limitaros a seguir las pautas que vienen escritas
en un papel, preguntad y empapaos de razones, por suerte EXISTEN EXPLICACIONES,
y muchas de ellas se encuentran en este blog.
Comenzar un régimen de adelgazamiento es duro, pero
por suerte fracasar o no, DEPENDE DE UNO MISMO. Que no sea sólo un mérito puntual, entiende lo que haces y conviértelo en un ÉXITO DE POR VIDA.
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