Todos los alimentos tienen las
mismas calorías crudos y cocinados, siempre y cuando al cocinarlos no añadamos
otras sustancias, como podría ser aceite.
La diferencia se encuentra relacionada
con las vitaminas y minerales que poseen, ya que todo proceso de cocción o
exposición de los alimentos al calor, reducirá la cantidad de vitaminas y
minerales que las verduras y hortalizas, en este caso, nos aportan en crudo.
Es muy saludable ingerir todo
tipo de verduras y hortalizas, tanto crudas como cocinadas, pero si es verdad
que para un aporte adecuado y pleno de vitaminas y minerales, se recomienda que
uno de los dos platos de estos alimentos que deberíamos ingerir al día, se
realice en crudo, ya que todas las vitaminas y minerales que aportan, favorecen
a la adecuada utilización por parte del organismo del resto de nutrientes que
ingerimos.
Una buena ensalada fresca es un
plato idóneo y que podemos consumir en cualquier lugar, ya que su elaboración
no añade cargas calóricas, salvo las de los aliños, que pueden arruinar por
completo el concepto “dietético” que el plato sugiere. No te equivoques, que
mejor que un poco de aceite, vinagre y especias.
No te olvides de las verduras y
hortalizas, comerlas no pasa factura, y no comerlas es privar a tu organismo de
elementos reguladores para un correcto funcionamiento metabólico.
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